"El eterno grito de la existencia"
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(Parte 1)
Sobre un amor inconcluso,
que por inconcluso devino eterno
En el telar del insomnio las ideas tejieron un tiempo antes del tiempo, un dolor antes del dolor, y una alma desnuda en un desierto de espinas, compuso la figura difusa de una doncella habitante de un abismo circular de emociones.
En ese hueco un estoico caballero precipitó su búsqueda al galope, atravesando distancias siderales para hallar su morada.
La raya del destino marginó de todo análisis esta cruzada, y una interspersa reacción, instó a su imaginario a pensarla escondida en un futuro tan distante del presente, como tempestuosamente amarrado al pasado. Hacia donde huye presurosa la armonía, escapando del entendimiento lineal de las cosas. Donde se aclaran las lágrimas de la angustia. Donde se asiste a la comprensión de ese sufrimiento y los sueños engendran el más bello acto de pluralidad.
Hacia ese frágil escenario dirigió su marcha, pero la tortura de un divagar eterno fue calando su esperanza, y este viejo jinete, cansado de andar, desensilló una mañana dejando tumbar su cuerpo sobre la fresca hierba que supo acunar a su bendita ilusión.
Los ecos de la muerte inundaron la doncella.
Abrumada por el olvido, acorralada por el instante, corrió hacia aquel círculo atemporal.
Sus ojos, tan descalzos como su ternura, contemplaron a este solitário viajero, pero sin atreverse a despertarlo...
...sólo para que en su sueño, él... la continúe pensando.
(Intersperso: disperso interiormente)
foto e texto: Sergio Abaldi, in "El eterno grito de la existencia" - Sentencias Viscerales II
Um comentário:
Julia, navegando por la web me encontré con vuestro blog y agradezco que hayas incluido en él mis escritos... Soy el autor del libro y es para mi muy grato saber que hay personas a las que puedo llegar a traves de mi literatura.
Gracias... y no pierdas la capacidad de asombro...
Por cualquier consulta mi correo es sergioabaldi@hotmail.com
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